Las pericias de la vida
Lucía no soportaba el calor, siempre decía que era "el buitre de verano" Ese pajarraco que da vueltas en la agonía de su presa esperando a que claudique para empezar a comérsela. Así se sentía ella en cada verano, sin fuerzas, cansada y sin energía para la lucha diaria. Salía poco. El trabajo, los niños y Luís, su marido, chapado a la antigua que era casi otro niño más solicitando atención. Luís trabajaba muy duro y con poco tiempo libre, así que del poco que disponía lo utilizaba para sus hobbys y ahí incluía a toda la familia aunque al resto no le gustara demasiado. Los domingos por la tarde solían salir con sus hijos Daniel y Lupe a dar una vuelta. La vuelta consistía en visitar a algún amigo para hablar o arreglar alguna cosa de las del hobby que se trajeran entre manos. Los niños y su madre se aburrían como ostras, pero Luís parece que no era consciente de ello. A Lucía no le hacían gracia estas salidas. Arreglar dos niños y ar...