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Mostrando entradas de junio, 2023

Al río, no

La Llorona quiere abrazarlos, acunarlos, peinarlos. Pero, hay que alejarse del río. Se vuelve loca, rechina los dientes, se arranca el pelo, grita (como una piedra arañando un cristal)… Loca, loca. "Al río, no; al río, no". Peter no debería haberlo hecho. Pero, los niños perdidos dormían y Campanilla creyó que era un juego. Cantaban por el camino: "…las flores, las flores del campo santo, ¡ay, de mí!". Cantaban bajito, caminando (Campanilla volando) entre los árboles. Y llegaron al río. Campanilla se tapó los oídos a tiempo. Peter sonreía. La Llorona empezó a gemir, a deambular en círculos, la cara palideció y sus ojos se volvieron negros, húmedos, muertos… Peter sonreía. "Morir será toda una aventura". Campanilla no supo decir qué había sucedido. Volvió sin Peter, eso es todo, llorando, llorando, pálida y loca. Campanilla enloqueció. Los niños se habían dejado peinar y acunar durante todo ese tiempo, habían respetado la norma: Al río, no. Habían dej

Fijación fatal

Pisó con el pie derecho la tumba, la tierra estaba cuajándose, ávida de rocío y gusanos, repleta de semillas bamboleantes, a la espera de que los túneles de monstruosos roedores la oxigenaran. ¡Tierra, pronto te di tierra! --gritó un Sansón calvo, que con un solo golpe acabó con el misterioso personaje. Sin levantar el pie de la sepultura, mirando afectado la puesta de sol, recordó cómo venció de forma tan fácil aquel duelo de ultratiempo contra el personaje mágico. Pues esto sería, – dijo el personaje mágico –, como te cuento, primero te rapas el pelo y me pegas lo más fuerte que puedas, luego me rapo yo el pelo y te pego lo más fuerte que pueda, a ver quién mata a quién. Poco rato estuvo en Cisjordania el personaje mágico, el filisteo presentador que viajó en el tiempo por un reto lanzado al Chat GPT. Llegó en una nube de brillantes iones, rompiendo el molde de la mañana, y nada más llegar, (rondaba el 1090 antes de Cristo de vuestro calendario), retó a un duelo a Sansón, con qui

Qué será será

Sentada frente al ordenador veo cómo los objetos se llenan de vida, vida como la mía, como la de los mirlos, como la del gato que acecha. Los objetos, siempre inertes, esta mañana bullen, se agitan inquietos a mi alrededor. Sobre el escritorio tengo un montón de palabras desparramadas como fichas de un dominó. Palabras presuntuosas, palabras altivas, otras sencillas. Paseo la mirada por el salón. Busco sin saber qué. Cuando dé con él no usaré metáforas, ni hipérboles ni ningún otro perifollo... Un objeto, sólo uno será el elegido, protagonista de esta historia absurda. Y así van, despertando uno a uno , deseosos de llamar mi atención, salen del letargo,   inician su particular desfile. Se contonean con impudicia delante de mí. La lámpara me guiña el ojo de cristal, la alfombra se pone a mis pies, el carillón del reloj me recuerda que el tiempo se agota. Ninguno me convence. Demasiado presuntuosos. Entre tanto ruido del armario me llega un lamento. Ahí está. A quí estoy,en el rincón más

¿Qué soy?

Don Ramón y Doña Elvira decidieron ponerme aquí. ¡Qué suerte la mía con el cambio! Me gusta más este sitio que tengo ahora, aunque tenga que soportar los traqueteos de Claudia y Felipe. ¡Qué belleza hay en el exterior y no me había dado cuenta! Observo el cielo y los maravillosos colores que me regala la naturaleza a diario, ¡es tan bonita el alba...! algunas veces está rojiza como muchos atardeceres. Las flores que me rodean parece que se empinan para mirarme. Me siento feliz. Hace dos años que contemplo este paisaje y cada día descubro algo nuevo que no había visto en el anterior. Ese ciprés ha crecido mucho, veo un bulto en el lateral, creo que es una colmena. Sí, es una colmena. ¡Qué curiosas son las abejas! De tantos árboles que hay en la ladera han escogido éste para hacer su panal, claro, es el que está más cercano a todas las florecillas silvestres que crecen desde el suelo. Sí, estoy feliz. Todos los días D. Ramón me deja el periódico y así me informo de las noticias del mundo

La mitad.

Pasan, me miran, la gente pasa y me mira; no siempre, no siempre me miran. Estoy a la entrada de un centro público debe ser, no me puedo mover, a no ser que me trasladen, por eso no sé bien en qué sitio estoy, pero es público, porque viene mucha gente, y me miran, aunque no todos. No es que deba estar en la entrada de un centro público, podría estar en cualquier sitio, en cualquier casa, en cualquier habitación. La gente a veces me mira. Que cuándo nací, no sabría decirte con seguridad, pero hace más de un año y lo más probable es que no aguante más de ese tiempo, ¿año y medio?, entre que me hacen y me destruyen. Hay quien guarda a los que son como yo, ¿eh?, no sé porqué, pero hay quienes nos guardan, lo sé. ¿Cómo lo sé?, por la misma razón por la que estoy escribiendo esto, _que yo no escribo, ¿eh?, yo solo existo, pero me han dicho que me meta en la cabeza de Toni y que hable a través de él para nosequé de un ejercicio de escritura creativa_. Mirad, tengo conocimientos innatos, mágic