Club De Escritura Aike

No pasan las estaciones de largo, se van quedando como el polvo en los rincones. A veces me gustaría barrerlas de mi memoria, pero se enredan en remolinos que juegan con el tiempo. Y puede ser primavera en invierno o verano en otoño, cuando los recuerdos se transforman en cristales fríos o pensamientos fugaces, depende si me pueden herir o cambiar. Volver sobre los pasos del pasado a la realidad. Sentimientos encontrados sin destino. Hay una sombra que siempre intenta parecerse a sí misma. Y a veces soy yo. Marisol

Malditos versos que  de mi pluma no quieren salir,  bien sabéis que es del alma de donde debéis partir. ¿Más quien se atreve  a su alma desnudar? ¿Qué valiente los versos escribirá, revelando sus anhelos, descubriéndose, sin más? Esperaba que un príncipe  trajera rosas para mí. Y ahora tengo un jardín, y en él, un rosal al que acudir,  para cortar las flores que me hacen sonreir. Cuántas expectativas asesinaron  a la ilusión,  convirtiendo la realidad  en una triste decepción. ¿Qué es más difícil aceptar o esperar? ¿Quién inflige más daño ilusión o realidad? Quizás sean las dos juntas al chocar. Y ahora siempre se que puedo volver al jardín en el que mi amado rosal planté. Cuido muy bien de él, porque me recuerda el amor que hace tiempo olvidé y ya no pienso perder.

Explorador debes volver, la ruta errada es, un secreto has de saber, el viaje es al revés.  Si el problema es que no encuentras,   empieza a recapacitar, dejad de correr tras… eso que no vas a hallar. Pues al igual que la vida, dentro está de la semilla, para pocos conocida, lo que esconde la cascarilla. Buscando dentro encontrarás, la solución en el problema, sin que tengas que ir detrás, ni convertirlo en dilema. Es la respuesta pendiente, lo que nos lleva a buscar, la semilla que yace latente, y que está por despertar. Haces magia y eres mago, de tu propia realidad, raudo haz el amago, tu varita presto girad. Si el pasado es lo que pesa, y el futuro lo que ahoga, pronto el presente besa, porque el ahora desahoga. Suelta y libera amarras, quita lastre alrededor, esas que fuerte agarras, gran poder liberador. Prioriza lo importante, lo urgente lo vas a hacer, regálate un instante, disfruta un amanecer. Resolución pocos hallaron, pues con ansias de palpar, ciegos cerebros dictaron, pri

La noche se decantó En tus islas oculares, Esos abismos de negro calado Y de ámbar que juega con la luz. Del cielo cayeron Cometas, nebulosas, galaxias Y se han metido en lo profundo, En los agujeros negros de tus pupilas. Del mar blanco de tus órbitas Emergen ríos color púrpura, Rayos de intensidad hipnótica, Que enmarcan tus discos siderales. De la carne que late, Se alimentan tus estrellas, Que empujan y abren   La piel oscura de la noche. Arden miles de asteroides, En la dermis de tus iris Y flota el deseo En sus onduladas superficies. Una lágrima lleva mil estrellas, Navegan los planetas en tu dolor, Beso tus párpados, Me hiere tu universo. Ahora estoy en otra dimensión, Atrapado en el arco estrellado de tu mirar, Sometido al amor constelado Por brillos de ilusión. Ahora soy mar y arena de estrellas Fundido en la circunferencia de tus ojos, Soy tu espacio fiel en su curvatura, Y cada vez que miras, veo yo.

Yo que he quemado el asfalto durmiente persiguiendo tus pasos. Yo que he llorado lágrimas secas por tu ausencia. Mis manos agrietadas de crearte y recrearte. Yo que me he imaginado todos los paraísos e infiernos junto a ti. Yo que no sé ni respirar si no es inspirado por tu imagen. Ya no te busco, ya no te persigo, ya no te sueño, ya no… He agotado el tiempo. He llorado toda la mar. He peleado contra el Sol. He recorrido todos los caminos. Y quedo sentado, con un libro entre las manos que nunca terminaré de leer, mirando las flores del horizonte, que siempre recordaré, sonriendo a la nada, que me vacía y me llena como una respiración universal.

Sobre pezones tersos sorbes fluidos de torcidas batallas. Te han contado, hijo mío, que sobran las palabras y que mandan los hechos. Desde que tú naciste mi mundo no es tu mundo. Vienes con tiempo nuevo, no hace falta mudanza, no caminas pisando cascarones. El viento de otro tiempo nos acecha, son fantasmas mojados blanquinegros. Los cimientos desiertos de caminos, intentan socavar tus esperanzas, pero son humo, sopla.