Inútil funcional

Casi sin darme cuenta me convertí en un adulto, sin grandes saltos, ni crisis, ni transformaciones, bueno, "adulto"... al menos ese es mi aspecto físico, pelo canoso, marcadas arrugas de expresión y esa mirada que se torna en gris y abatida.
No sé como ocurrió esto, ni por supuesto, cuando.
Estaría yo ocupado en naderías, trabajando o en alguna responsabilidad vacua.
Siempre he tenido la firme sospecha que todo el mundo, incluido yo, claro está, es inútil, pobres bobos que no sabrían valerse por si mismos sin indicaciones u órdenes externas.

-"Estudia esto", "trabaja en aquello", "compra lo de más allá", "piensa esto y solo esto".

Claro, así es fácil vivir, con indicaciones constantes.
Como pasarse un videojuego en el nivel más sencillo.

Es como si el mundo estuviera hecho para la gente básica, para los que andamos justitos, para los que no damos problemas y solo agachamos la cabeza y seguimos avanzando hacia el matadero, con ojos grises como las reses que nunca han visto la luz del sol.

Pues eso, que soy un inútil funcional, compro, consumo, produzco, pago mis impuestos, no soy incómodo, obedezco, y por supuesto, pienso lo que hay que pensar y solo lo que hay que pensar.

Me he convertido en un inútil funcional, en un adulto.

Firmado.

Nerón Vital Sorní.

Comentarios

  1. Maravilloso, aunque es un monólogo y no un relato, pero un monólogo peligrosos, un nuevo género. Muy inteligente.

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