Apuesta

Una década menos.
Estoy a punto de lograrlo.
Pensaba que cuanto mas mayores menos me atraerían, pero con este ha sido distinto.
Realmente me he sentido bien, querida, tratada con cariño.
Se ha comportado de forma extraña al principio, quizá no esperara que yo fuera tan explícita con mis deseos.
Me miraba fijo a los ojos, mientras yo me desnudaba, como si le diera vergüenza observar el resto del cuerpo que en breve iba a poseer.
Ha sido divertido cuando he descubierto que ambos teníamos la misma marca de nacimiento en la nalga izquierda.
Yo no paraba de reirme y en cambio a él se le ha escapado una fugaz lágrima.
¡¡Somos como hermanos gemelos!! ¡¡ Hagamos un selfie a nuestros culos!!, ¡será nuestra foto talismán!.
Él me miraba fijo y volvía a lloriquear, retirando rápidamente las lágrimas de sus ojos.
Verle así me ha enternecido y en vez de terminar este encuentro con un lacónico "he estado muy a gusto, nos volveremos a ver", me he acurrucado en su cuerpo, sobre sus piernas, como si fuera una niña pequeña.
El se ha puesto casi a mecerme y de nuevo he sentido sus lágrimas mojando el pelo de mi cabeza."



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