Dana o meteorito

Dana o meteorito

Era un día como otro cualquiera....  bueno no, aquella mañana cuando me desperté me encontraba rara, el tiempo estaba raro, parecía que iba a llover, la luz era rara, el cielo estaba muy oscuro, mire por la ventana observando el patio, las rosas blancas estaban sombrías, pero pensé que era temprano y por eso estaba el cielo así, pronto amanecería, saldría el sol y todo se iluminaria.

Me hice mi desayuno como siempre, mi taza de leche con sopas, la tomo desde siempre ¡y me encanta!....... aunque, esa mañana no tenía mucha hambre, quizás la cena me había sentado regular, mire por la ventana y seguía igual de oscuro, me puse a mis quehaceres, la ropa, la casa……  hacía tiempo que vivía sola, mis hijos habían abandonado el nido, pero yo no paraba, la casa, mis amigas, los nietos, mi bici……. que, por cierto, se había pinchado y ya no me la habían arreglado, porque ya no era como antes, y es que el equilibrio con 80 años ya no es el mismo, los años no pasan en balde y eso se nota en el cuerpo.

Iba pasando el tiempo, todo seguía igual de oscuro y empecé a pensar si es que vendría una Dana, ¡con el miedo que me daban a mí las tormentas!, desde que vino aquella, que se llevó el techo de mi casa, ¡uff que mal lo pase!

Mire otra vez por la ventana, mire al cielo, pensé y ¡si fuera un meteorito y yo no me he enterado……!  Tenía claro que no era normal lo que estaba pasando, empecé a preocuparme y pensé en llamar a mi hija.

Cogí el teléfono empecé a marcar, cuando me quedaba un numero por marcar, me quede en blanco…no me acordaba del que numero que me faltaba, pensé, pensé y ¡por fin me acorde era el 6!

Sonó el teléfono, tardo en cogerlo, cosa rara porque ella, siempre tiene el teléfono cerca.

Le conté que estaba preocupada por cómo iba transcurriendo el día, ella me tranquilizó y me dijo que se acercaba un momento para ver cómo estaba.
 
Cuando llego, todo seguía igual de oscuro.

Hola mamá, como estas -me dijo
Bien, estoy bien, pero hay algo muy raro en el tiempo, fíjate la hora que es y lo oscuro que esta -le dije- tiene que pasar algo muy malo, para estar tan oscuro, el sol parece que no tiene fuerza….
Mama ¿qué hora es? -me pregunto
Son las dos y media del mediodía –le dije
Ella me miro sorprendida y me dijo- mama son las dos y media de la madrugada……. ¡por eso esta tan oscuro, porque es plena noche!

La miré incrédula y dije -es imposible.
Mi hija no sabía que decir para tranquilizarme y se sacó esa excusa ridícula para convencerme, pero yo estoy totalmente segura que son las dos y media del mediodía y voy a comerme un estupendo cocido, aunque no tengo mucha hambre…. lo que todavía no sé, es si viene una Dana o un meteorito.

Ángeles Fernández

Comentarios

Entradas populares de este blog

Escribir un relato kafkiano. Reunión del viernes 4 de marzo a las 19:00 horas por ZOOM.

Al río, no

Reto del relato vergonzoso