¡Ay dios!

Yo no creo en Dios..Lo escribo así, con mayúscula porque es como me obligaban en la escuela , aquella escuela en la que nos enfrentábamos  a nuestros primeros miedos, donde aprendíamos a base de golpes. Hoy no hay reproches. No seré yo quien lo haga. Incluso te diría que siento algo de nostalgia, no del palo, no de la hebilla del cinturón pero sí del cachete, de la voz firme, del castigo impuesto por quienes nos quieren. 
Te digo que dios no existe y, aún así,  siento un escalofrío por la espalda cuando lo  escribo con minúscula. Su nombre es enarbolado por los ávidos de poder para adueñarse del destino del Hombre, de todos los hombres a los que se les  amputa el pensamiento libre. A  dios, los poderosos, le han puesto muchos nombres: Yahvé, Alá, Hashem, Memrá, el Creador, el No Creado,  para intentar confundirnos, Así, cuando alguien masacra al grito de Alá los partidarios de Dios, del Bueno, del Creador despotrican contra  esos fanáticos  que adoran a  un dios equivocado. Pensándolo bien no deberíamos culparlo a él; cuando un reo ha matado bajo los efectos de las drogas se  considera una eximente . Pues con Alá quizás pase algo parecido . Con tantos nombres , Alá  ,Yahveh, Dios  ha generado una esquizofrenia, múltiples personalidades 
En cambio, yo, estoy sana porque solo tengo un nombre, aquél con el que, al nacer,  mi padre me inscribió en el Registro sin consultar con mi madre. Ella, sola, en la habitación de un hospital, aguantaba el dolor que le habían causado las heridas  aún latentes de sus otras cesáreas. Eso sí me da miedo. Imaginarme en su lugar. Incapaz de aguantar  ni el  dolor físico ni el otro, el de la humillación.
Cuando las cosas salen bien  la gente dice que ha sido gracias a Dios. Cuando salen mal esa misma gente dice que estamos dejados de la mano de Dios . Pero dios no tiene manos. Las tienen quienes las usan para meternos miedo y nos amenazan con apretar "el botón" . ¿De verdad habrá un botón? Nadie lo ha visto nunca pero ése sí existe, no como dios, al que tampoco ha visto nadie .
En las películas de ciencia ficción el botón de la destrucción es rojo . En la escuela , en las clases de religión, nos convencían de que el rojo era el color del Mal, de las llamas del infierno abrasador, el color de la sangre, de la menstruación , de la vergüenza , el color que destiñe y mancha toda tu ropa...Yo, como no creo en dios, no temo su castigo. Pero sí tengo miedos. Tengo pánico al desprecio, a la falsedad, al egoísmo, a los abrazos que no di
Noto que tengo miedo cuando  las noticias  hablan de las talas de árboles, de la devastación causada por los incendios , de las sequías que no nos importan porque de nuestros grifos brota agua en abundancia, de los mares ahogados por los desechos de los que somos incapaces de deshacernos, . Tengo miedo de ver cómo unos vociferan por dominar y a otros se les enmudece porque claman por un pedazo de pan, por  un lápiz y un trozo de papel en  el que escribir :"Dios mío,¿ por qué me has abandonado?", mueren sin saber que no saben nada, no huyen de la esclavitud que causa  la ignorancia., porque no saben nada, ni siquiera para qué han venido a este mundo. 
Yo no quiero vivir  en este planeta convertido en un erial, yermo, estepa baldía .No quiero sobrevivir al Apocalipsis. Prefiero morir frente a la montaña que fue testigo silencioso del pasado.  Prefiero morir. El caso es que tengo miedo a la Muerte.¡Señor, Dios, no permitas que muera entre estertores!.¡No me dejes morir sin haber abrazado a quienes no quise. 
Eva MB

Comentarios

  1. Muy bien escrito, pero te alejas del ejercicio que se ha pedido.

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