El último hombre santo


Esta oscura historia transcurre en la pequeña Stirling, situada en la Escocia del siglo XVIII, entre muros de piedra y amalgama con techos de madera mojada. Stirling estaba siendo arrasada por un asesino despiadado con un modus operandi muy curioso o terrorífico. Mataba a sus víctimas sin dejarles ni una gota de sangre en el cuerpo. Ancianos, jóvenes, adolescentes o incluso niños de cuna.
Duncan King es mi nombre y nací en Inglaterra, soy un escritor que busca siempre una buena experiencia ya que los libros están un poco restringidos, prefiero vestir bien y pasar hambre durante una semana que comer y arrastrarme con la cabeza gacha. La belleza y la mentira maquillada abren puertas hoy en día, y me dirijo con mis mejores galas al Castillo de Stirling.
Una semana después...
Llevo dos días en el pueblo de Stirling, maravilloso hormiguero organizado donde todos trabajan a una, casas de piedra y pequeños ventanucos.
En ese momento tres hombres entraron al pueblo, armados cada uno de ellos con una espada,  también de sus cuellos colgaba la Cruz Católica. Vestían de negro y rojo en el forro interior. Entonces los vi, tres alzacuellos. Me retiré a escribir a mi habitación.
Dejé la pluma en el tintero y estiré mis brazos entre bostezos. Al mirar por la ventana pude ver las estrellas nítidas, en silencio, me recosté en la silla con esa perspectiva cuando algo golpeó la ventana, entrando a la habitación hecho una exhalación. La puerta cerrada con llave, cayó de un golpe y los tres hombres misteriosos entraron acto seguido. Yo seguía en el suelo y todos parecían ignorarme, un hombre de la iglesia murió de un zarpazo y su sangre me bañó la cara, otro cayó desmembrado después, pero el ultimo hombre de Dios era rápido, muy rápido y el monstruo estaba herido. Salí de la habitación corriendo sin olvidar mi novela, bajé a la calle... y recobré el aliento y la cordura poco a poco. Bañado en sangre empecé a llorar mirando mi novela.
-Todo ha terminado por fin, eres un hombre con suerte - me sorprendió el último hombre santo con una mirada tierna - ¿cuál es tu nombre?
-Duncan King, historiador y escritor, ¿cómo debo llamar a esa cosa?
-Llámalo.... VAMPIRO.- Se carcajeo mostrando sus colmillos afilados.

Germán Hernández Garc
ía 

Comentarios

  1. Texto repleto de desconexiones, repleto de elementos inconexos personajes presentados con enorme indefinicion, Espacio y tiempo (.. entonces los vi, tres alzacuellos ' -¡¡¡!!!!-)(" en ese momento tres hombres entraron al pueblo.."-?-) ,( salí corriendo sin olvidar mi novela) que se precipitan hacia un vacío literario..ilógico, sin emoción , Eso sí , sorprendente.

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  2. Acepto tu opinión, pero en este texto utilizé elipsis, creo que defino lo suficiente todo aunque quise dejar espacio a la imaginación en este relato.
    De todas formas aceptaré las críticas constructivas. German Hernández

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