Acción y reacción

La librería de Philippe era ya de sobra conocida desde 1965, fundada por su padre Philippe Bastien, el cuál, aunque su hijo se hacía cargo del negocio siempre se pasaba por ella, su hijo era un apasionado de los libros y estaba dispuesto a llevar la librería a las casas de todo el mundo.

En la parte trasera de la amplia librería había una habitación acondicionada para una reciente Academia Anexada a la Librería. Academia Bastien: la hija de Philippe, Christine Bastien.

Lo que era un secreto era que Christine y Philippe jr. Tenian una relación incestuosa desde hacía más de dos años, Philippe era mayor de edad con dieciocho años y su hermana le superaba con diez años más. Lo cierto era que tenía novio incluso, pero ella quería con toda su pasión a su hermano de sangre.

Su madre había muerto de Covid-19 hacía un año y su padre antes parlanchín con todo tipo de personas ahora revivía su recuerdo en los sitios donde había estado con ella. Se había vuelto una hoja perenne que iba cayendo del árbol. Nadie sabía que había en su vieja mente ahora, sólo y cabizbajo se perdía en la tristeza y en su tormenta de dolor interno, y ya nadie podía traerlo de vuelta. Sus hijos pensaban que era un barco hundido a cañonazos, estos siendo recuerdos de su mujer, sólo caía hacía el fondo en solitario y sin batallar por la vida.

Philippe colgaba el cartel de El Tablero Mortal se hacía la presentación la semana que viene del libro de Detectives de Javier Marin, su librería comenzaba a despegar hacía la cumbre, gracias a su aspecto novedoso que le daban a la librería un aire nuevo. Las paredes repintadas de un color fresa y gatitos de plástico en las estanterías que indicaban el tipo de lectura.

Christine podía ver el milagro de una librería llena, todos los días, era seductor incluso sexual, mas tarde esperaba a su hermano para cerrar, se llevaba la manzana a medio morder y la taza del café de la academia Bastien. Juntos acaban en casa de Christine, ella ponía un poco de música con el ordenador y quemaba incienso con olor a vainilla, cenaban y se convertían en depredadores, buscaban sus respiraciones, sus corazones, animales de jaula en una cama moviéndose gracias a la sístole y diástole.

Philippe padre les descubrió, echaba de menos a su niña, y ella le recordaba a su esposa querida. El disgusto fue tan fulminante que paró el corazón triste de un toro moribundo, puede que lo estuviese esperando durante mucho tiempo, pero solo hallase fantasmas y verdades de la vida. Philippe Jr. Y Christine, como Adán y Eva tomaron consciencia y huyeron por separado avergonzados después del entierro dejando su affaire bajo tierra junto a su padre.

El apellido Bastien se perdió y la librería es ahora un chino.

GERMAN HERNANDEZ GARCIA


Comentarios

  1. Muy bien descrito todo.
    Creo que ha fallado algo en la puntuación del primer párrafo. Yo hubiera puesto un punto y seguido y alguna coma en otro lugar.

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  2. Descarnada y turbadora.Es de una intensidad brutal.Una novela decimonónica condensada en unas pocas palabras.Te lanzas como un kamicace a contar las cosas y el impacto te deja noqueado.

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