CÁPSULA DE MUERTE Y VIDA
CÁPSULA DE MUERTE Y VIDA
Aquí yace. En cápsula de muerte y vida a la vez. Ella lo quiso así. Amante de la naturaleza quería que su cuerpo sirviera de abono a una nueva vida.
Esta mujer que hoy despedimos del mundo terrenal era un ángel en la tierra. Su dedicación íntegra hacia los demás (sin pensar en ella misma) ha hecho que sea muy querida y respetada, incluso envidiada por algunas personas.
Era el amor al prójimo su pasión. Con sus manos y sus mejunjes daba consuelo y quitaba dolores. No cobraba nada ni quería obsequios ni donativos. Se levantaba a media noche si hacía falta y en cualquier momento estaba lista para ayudar a quienes lo necesitaran.
De elevada espiritualidad y conciencia, nunca la vi enfadarse por nada a pesar de que a veces se aprovechaban de su buena fe y tenía motivos para hacerlo.
Meditaba en silencio, en soledad.
Daba largos paseos por el bosque observando los árboles que miraban al cielo, soñando con ser uno de ellos el día que dejara su cuerpo físico y su espíritu el que volara hasta la cima de un olmo para tocar el cielo.
En su corazón lleva esa semilla que pronto germinará hasta convertirse en ese olmo, que brotará de ella misma.
Nosotros que tanto te queríamos le regaremos día a día para que te conviertas en el árbol más alto, bello y hermoso que se haya visto jamás.
María, muy pronto alcanzarás el cielo con tus ramas que serán tus manos hacia Dios.
Mari Carmen Olmos
Está bien escrito pero poco hondo. Al leerlo he sentido lo mismo que cuando leo las bandas publicitarias que envuelven algunos libros: sus comentarios valen para todos, no hay en ellos referencias que nos hablen exclusivamente del libro que tenemos en las manos, de la persona, en este caso, a la que le dedicamos nuestro recuerdo .
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