Panegírico, elogio fúnebre o relato encomiástico. Ejercicio para el viernes 14 de abril.

Quizá este sea el  trabajo del Club de escritura creativa más personal, porque aunque hay un formato para realizar un elogio fúnebre, hay muchos tipos de escritores de elogios y muchos tipos de muertos, así que cabe de todo. El trabajo es pues escribir un panegírico, no a alguien leyéndolo, no la escena del entierro o del velatorio, no, solo el texto que elogia al difunto. Y cuidado, un panegírico no es un obituario, (es lógico que nos confundamos), los obituarios son biografías cortas mientras que lo panegíricos se centra en los logros del fallecido y se escribe desde la profundidad de una relación intensa: quien escribe el panegírico conoce al muerto y lo que le rodeó en vida.Un ejemplo clásico sería el elogio fúnebre de Víctor Hugo dedicado a Balzac, casi nada.

Las partes de un panegírico son:

Exordio, en el que se prepara a la audiencia para lo que va a decir. Digamos que es una contextualización.

Descripción de las virtudes del muerto en vida: aquí cabe las anécdotas personales y la interactuación con los oyentes que sabemos que va a haber.

Epílogo o conclusión. Un final que deje perplejo, inmerso en una inmensa pena o reconfortado, al público.

¿Vamos?

... Estamos aquí reunidos para dar un último homenaje a quien fue....

 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Escribir un relato kafkiano. Reunión del viernes 4 de marzo a las 19:00 horas por ZOOM.

Al río, no

Reto del relato vergonzoso