Ella

Como hablar de ella, no lo sé…. con enfado, con condescendencia, con resignación, no se...


Jamás podré decir si en ciertos momentos ella era buena o mala…quizás algunas veces conveniente, y otras veces inoportuna, pero hay que reconocer que a ninguno de nosotros nos ha gustado nunca estar demasiado cerca de ella, aunque algunas veces había que aceptarla, dialogar, incluso hacerte su amiga, pero el desasosiego que siempre dejaba en mi corazón era indescriptible.

Cuando se alejaba un poco, me hacía tomar perspectiva y abrir los ojos a muchas verdades, que no sabía que existían, haciéndome saborear esta vida con más ansia como si no hubiera un mañana.

A veces me pillaba desprevenido y me daba un zarpazo a mala leche, me quedaba obnubilado porque no lo esperaba, en ese momento la odiaba, después pensaba que la vida es así…

Por que como ya he dicho, todavía no tengo claro si en ese momento era buena o mala, porque el dolor es bueno o es malo, depende desde donde se mire. El dolor nos hace saber que estamos vivos y quitar la mano del fuego si nos quemamos, pero nos hace daño también.

Todavía recuerdo aquel día que me miró a los ojos directamente y me dijo ven conmigo, esa calma pasmosa casi me conquisto, pero al final me revele y fui más fuerte y pude decir - ¡No! todavía no llego mi momento- por nuestra amiga la muerte no viene cuando nosotros queremos sino cuando ella cree que es conveniente, aunque algunas veces podamos luchar y conseguir esquivarla o quizás…. ella nos deja esquivarla.



Ángeles Fernández

Comentarios

Entradas populares de este blog

Escribir un relato kafkiano. Reunión del viernes 4 de marzo a las 19:00 horas por ZOOM.

Al río, no

Reto del relato vergonzoso