Sólo un susto


__Deberías entregar el informe mañana.
__Pero quiero asegurarme de que la prueba es definitiva ¿Tardará mucho?
__No. Sólo un poco de paciencia. ¿Has empezado a escribirlo?
__¿El qué?
__El informe.
El cuarto de revelados rojo y cerrado le daba claustrofobia. Y también la espera y los plazos.
__Hay tiempo. ¿Se ve algo ya?
__Estás acostumbrado a ir independiente, pero ahora tienes que cumplir con las normas administrativas. Ahora estás dentro del Cuerpo y debes…
__¡Ya sé, ya sé! ¡Déjate de historias! Dime cuánto va a tardar esto.
__Mira, ya empieza a verse. ¿Lo ves?
__Se ve mal.
__Ten paciencia. La fotografía tiene su técnica.
__Necesito esta foto. Es la pieza clave de la investigación.
__Ya lo sé. El efecto del ácido todavía es débil, pero va saliendo.
__¿Tiene nitidez?
__La tendrá.
Los nervios empezaban a atacarle donde siempre. Buscó algo en su bolsa.
__¿Cómo puede un detective tener tan poca paciencia?
__Necesito comer algo. ¿Tienes algo aquí?
__En ese cajón hay galletas.
__¡Vaya mierda!
Se sentó, rendido, sobre una silla coja que había junto a la puerta. Se estrujó la cabeza con las manos, revolviéndose el pelo y gruñendo a la vez con frustración. Empezó a mover la pierna derecha, pero la cojera de la silla no acompañaba su movimiento con armonía y la asincronía le irritó aún más. Se puso de pie.
__Ya está.
__¡Bien! -dijo dando dos zancadas rápidas hacia la mesa.
__¿Cómo lo ves?
El detective sonreía pletórico, con los ojos brillantes ante el suculento plato que le estaban sirviendo en aquel papel húmedo.
__¡De esta no podrá huir!
En ese mismo instante se le pasó el hambre.
__Te invito a una copa.
__Vete a casa a escribir el informe.
__No estoy para informes. ¡Hay que celebrarlo!
El viejo agente se quedó mirando fijamente al joven detective impaciente, impulsivo e irresponsable. Le tentaba darle una lección de humildad. Celebrar algo antes de que fuese efectivo era imprudente.
Sólo sería un pequeño susto, no estropearía la investigación, ni impediría el arresto de un criminal…
__Adelántate tú. Voy a recoge el material. Te veo en el bar en quince minutos.
Y mientras el ingenuo detective cerraba la puerta, el viejo sonreía con pícara malicia.
<<No es más que una lección que necesita. Un momentáneo extravío… -colocando delicadamente la prueba documental debajo del armario de los productos químicos-. Sólo será un susto. De otro modo no le auguro buena carrera…>>
Después, se reunió con el joven en el bar y aguantó estoicamente sus jactancias.

María López Sariñena
(Reto de Febrero. Texto incluyendo: Huir, comer, escribir; fotografía; rojo, independiente, débil.)

Comentarios

  1. El final me sabe a poco, aunque es inesperado. Todo sonaba a que el texto iba encaminado hacia un final sorprendente, pero acaba en una moraleja. No digo que esté mal, es solo que el arrastre frenético de la historia parece que te debiera llevar a otro sitio. Lo que digo no es malo, al contrario.

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  2. Apruebo( alto) el continente. El contenido...hueco

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