El bicho


Miraba aquella bonita fotografía, ellas con su bikini rojo jugando en la arena y yo mirándolas.

Era la persona más feliz del mundo, lo tenía todo y no lo sabía, o quizás si lo sabía, pero no lo apreciaba. Esta vida es cruel, cuando tienes el tiempo no sabes disfrutarlo y cuando el tiempo se te escapa entre los dedos, es cuando quieres tenerlo y atesorarlo.

Ahora el bicho no me deja ni hablar, no puedo ni pronunciar una palabra, solo balbuceo para mi desesperación.

Yo nunca he sabido expresarme escribiendo, la mímica no es lo mío, me siento solo y aislado del mundo. Que la gente no te entienda es duro.

Esta situación me provoca tanta impotencia que me gustaría huir, o quizás retroceder en el tiempo para poder sentirme otra vez independiente y fuerte, poder disfrutar esos pequeños momentos que me parecían insulsos, que ahora me doy cuenta que eran tan especiales, pero ahora ya es tarde, estoy tan débil y me siento tan inútil….

Estoy sin fuerzas para luchar, llega un punto de inflexión que el desánimo llena el alma, porque descubres que todo va en tu contra y que el destino ya tiene decidido tu futuro, un futuro nada halagüeño y por mucho que luches no hay nada que hacer.

Y ahora, lo que me faltaba, tampoco puedo comer y eso me está desesperando, ese tubo que me han puesto directo al estómago, me ha salvado la vida, pero a qué precio, me ha quitado los dolores al comer, pero que daría yo por poder disfrutar una buena comida en familia, con los que más quiero, bromeando y disfrutando de los innumerables sabores en mi paladar.

Lo más duro es no poder hablar....o quizás, no poder comer, no lo tengo claro, bueno si lo tengo claro, lo más duro es que este maldito bicho me esté ganando la partida.

Veo a mis hijas y se me parte el alma pienso que no podre verlas crecer, ver como se hacen mujercitas, disfrutar los buenos momentos de su vida y apoyarlas en los malos. Eso lo que más triste me pone.

Por lo menos el bicho me está permitiendo estar en casa, lo único que me consuela son los abrazos y los besos de mis pequeñas, pero sé que no durare mucho, ya estoy muy mal, los dolores son horribles y las quimio no me hace nada, es muy duro cuando ves que no hay solución, no me hago a la idea.

Hoy me han dicho que mañana me ingresan y sé que ya no saldré del hospital, todo el mundo me dice que luche, pero ya no me quedan fuerzas...el bicho me ha ganado la partida, este maldito cáncer de lengua es implacable, cruel y desde el principio venía a por mí.

Angeles Fernandez

Comentarios

  1. Triste, pero todas las palabras bien integradas en el relato.

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