Mi destino

                                                                                 

YO

En el ambiente había algo tétrico que me helaba la sangre y me producía escalofríos, los árboles abrazaban el camino rozándome arañándome e incluso intentado impedir mi paso, el viento me susurraba al oído y me decía -no te atrevas a continuar- la noche empezaba a secuestrar el atardecer con una oscuridad maléfica incluso dañina, pero yo seguía caminando, algo o alguien me llamaba y yo era incapaz de negarme a seguir, me llamaba desde lo más profundo de mi ser, yo lo oía en mi cabeza, daba un paso y luego otro y seguía caminando cada vez más veloz como alma que lleva el diablo, mi nerviosismo iba en aumento las ramas azotaban mi cara ya llena de arañazos, arañazos de guerra del que tiene un objetivo y ni nada ni nadie le va impedir conseguirlo, el barro atrapaba mis botas succionándolas al suelo intentaba impedir mi avance pero mi velocidad era cada vez mayor, casi no podía respirar me estaba ahogando y no me daba ni cuenta, tal era mi ansia por llegar a mi destino que no sentía nada, ni cansancio, ni arañazos, ni amor, ni odio, ni miedo....-un paso más y ya estoy ¡por fin llegue!- y entonces salte por el precipicio......y desplegué mis alas y volé.

 

 

TU

En el ambiente había algo tétrico que te helaba la sangre y te producía escalofríos, los árboles abrazaban el camino rozándote arañándote e incluso intentado impedir tu paso, el viento te susurraba al oído y te decía -no te atrevas a continuar- la noche empezaba a secuestrar el atardecer con una oscuridad maléfica incluso dañina, pero tu seguías caminando, algo o alguien te llamaba y tu era incapaz de negarte a seguir, te llamaba desde lo más profundo de tu ser, lo oías en tu cabeza, dabas un paso y luego otro y seguías caminando cada vez más veloz como alma que lleva el diablo, tu nerviosismo iba en aumento las ramas azotaban tu cara ya llena de arañazos, arañazos de guerra del que tiene un objetivo y ni nada ni nadie le va impedir conseguirlo, el barro atrapaba tus botas succionándolas al suelo, intentando impedir tu avance pero tu velocidad era cada vez mayor, casi no podías respirar te estabas ahogando y no te dabas ni cuenta, tal era tu ansia por llegar a tu destino que no sentías nada, ni cansancio, ni arañazos, ni amor, ni odio, ni miedo.... ¡un paso más y ya estas, por fin llegaste! y entonces saltaste por el precipicio......y desplegaste tus alas y volaste.

 

 

EL

En el ambiente había algo tétrico que le helaba la sangre y le producía escalofríos, los árboles abrazaban el camino rozándole arañándole e incluso intentado impedir su paso, el viento le susurraba al oído y le decía -no te atrevas a continuar- la noche empezaba a secuestrar el atardecer con una oscuridad maléfica incluso dañina, pero el seguía caminando, algo o alguien le llamaba y era incapaz de negarse a seguir, le llamaba desde lo más profundo de su ser, lo oía en su cabeza, daba un paso y luego otro y seguía caminando cada vez más veloz como alma que lleva el diablo, su nerviosismo iba en aumento las ramas azotaban su cara ya llena de arañazos, arañazos de guerra del que tiene un objetivo y ni nada ni nadie le va impedir conseguirlo, el barro atrapaba sus botas succionándolas al suelo, intentando impedir su avance pero su velocidad era cada vez mayor, y casi no podía respirar se estaba ahogando y no se daba ni cuenta, tal era su ansia por llegar a su destino que no sentía nada, ni cansancio, ni arañazos, ni amor, ni odio, ni miedo.... un paso más y ya estaría, por fin llego y entonces salto por el precipicio...... desplego sus alas y voló.

 

 

Ángeles Fernández

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