Carta de amor.

Hola mi querido amigo, mi amor.

Hoy me he levantado sintiendo tu ausencia en mi piel y no he podido evitar que mis pasos me guiaran aquí, a nuestro rincón favorito, donde tantas veces nos miramos a los ojos y nos demostramos nuestro amor cuando nadie nos veía.

Te echo mucho de menos, sobre todo echo de menos nuestras tediosas pero interesantes charlas, ¿te acuerdas? Aquellas tardes de verano en Deia fueron inolvidables.

La suave y cálida brisa acariciando nuestra piel y mirando desde el cementerio la puesta de sol, aquellas puestas de sol mágicas, con mil colores jamás imaginados ni soñados, que nos hacían sentir que la belleza en el mundo no tenía límites. Tú y yo abrazados viendo el atardecer en la sierra de Tramontana, un sitio especial para unas personas especiales.

Tus ojos verdes brillaban como esmeraldas cuando me mirabas y mi corazón se estremecía cuando rozabas sin querer mi piel, era amor puro, dicen que el amor prohibido es el más deseado y así fue. Una pasión incontrolable superior a nuestras fuerzas, pero el destino no quería que permaneciéramos juntos y se encargó de eso.

En nuestro interior sabíamos que nuestro amor desgraciadamente tenía fecha de caducidad....por eso nos aferrábamos a cada momento de felicidad que nos brindaba la vida, exprimiéndolos como si no hubiera un mañana.

Hasta que nos tuvimos que separar disfrute como jamás lo había hecho, piel con piel, puro amor sin barreras. Y ahora te echo tanto de menos, a ti, a tu piel morena, a tu olor a hombre, a tus caricias que llegaban a todas partes de mi cuerpo, a tus abrazos protectores que me hacían sentir como en casa, a tus susurros en mis oídos, diciéndome lo que me querías….. Y me gustaría que volviera a pasar otra vez, estar juntos en Deia, piel con piel, alma con alma….

Pero es un sueño imposible e inalcanzable yo sigo aquí sola, perdida y tu partiste sin posibilidad de retorno y yo me quede aquí anhelando, tu cuerpo, tu alma, tu esencia....recordando cada minuto, cada segundo pasado a tu lado, porque mientras yo recuerde cada minuto, cada segundo juntos a ti, tu seguirás vivo en mi corazón y jamás me abandonaras aunque esta vida cruel, no quiera, no permita nuestro amor piel con piel.


Tú amiga, tu amor



Ángeles Fernández



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