Thriller



Pensé que sería una forma divertida de pasar la tarde del domingo. Me habían invitado a una fiesta temática de los años 80 y por supuesto me apunté sin preguntar más detalles. Quedé con mi grupo de amigos más atrevido en que me recogerían a las cinco y media de la tarde, pero sonaban las cinco en punto en mi reloj de pared del salón, cuando tocaron a la puerta. Se erizó mi vello y tuve un raro presentimiento de que algo iba a suceder.

Al abrir la puerta y ver a la tropa disfrazada, se me diluyó ese presentimiento. Estaban ansiosos por llegar, estaban guapísimos, nos habíamos elaborado unos trajes llenos de detalles sobre los "Fraggle Rock" y cada uno teníamos un papel casi hecho a medida.

Obviamente Gobo era Carlos, el explorador del grupo; Musi era Lola, la más "yogui" de nosotros; Rosi lo bordaría Carolina, su exuberancia y atracción genuina no dejaban lugar a duda; Bombo le tocó a Norberto, el payasete del grupo. Y a mí me quedó Dudo, el miedoso e indeciso, pero valiente cuando el momento lo requiere. Como soy buen actor, quedé contento con el papel.

Cuando llegamos a la fiesta nos sorprendió que era en una nave muy grande, que disponía tan sólo de una entrada y salida. Los alrededores estaban llenos de gente, con disfraces muy bien caracterizados y dejé de pensar en la seguridad del sitio para dejarme llevar por las ganas de pasarlo bien y aprovechar el momento. Encontré preciosidades de disfraces, un grupo de glóbulos rojos de "Erase una vez la vida", el Equipo A, todos los personajes de "Dragones y Mazmorras" y también los protagonistas de "Inspector Gadget". Me sorprendieron también cantantes como Whitney Houston, Madona y Michael Jackson.

La música evocaba tiempos de niñez y juventud, de recuerdos que te sacan una sonrisa. Estuvimos bailando y riendo toda la tarde, canción tras canción iba superando expectativas, hasta que de repente se paró todo, la luz se apagó y la música cesó.

Apareció en el escenario Michael Jackson con un ejército de zombis y comenzó a sonar Thriller. Se desató la locura y toda la fiesta comenzó a bailar y a cantar con ellos. De nuevo ese presentimiento volvió a aparecer, me entró un escalofrío helador. La canción se acabó y ni Michael ni sus amigos paraban, al inicio parecía una broma que se iba transformando en una con poca gracia y que acabó siendo macabra. Tanto Michael Jackson como los zombis comenzaron a mordisquear a los asistentes de la fiesta más cercanos a ellos, quienes gritaban, caían al suelo y posteriormente se iban uniendo a ellos.

Ahora sí que tenía los pelos de punta. Instintivamente grité los nombres de mis amigos que se encontraban paralizados por el miedo y la incredulidad, mientras corría hacia la salida de aquella nave industrial, entonces recordé que solo había una y la muchedumbre ya corría hacia ella.

Había que cambiar de estrategia, había que encontrar recursos para sobrevivir a los zombis, puesto que salir sería difícil. Pensé en la serie "Walking dead", debíamos agenciarnos con armas para defendernos, y buscar un refugio en un lugar difícil de atravesar por de unos seres caníbales, lentos y torpes pero concienzudos si hace falta podamos defender de otros humanos.

Así fue como comenzó todo, el verdadero inicio de la Primera Guerra contra la Extinción de la Humanidad. Ahora los humanos vivimos como los auténticos Fraggel, en una ciudad subterránea, llena de cuevas. Al Mundo Exterior se accede por un único agujero en la pared de una nave industrial y los Zombis son ahora las "estúpidas criaturas" que en la serie éramos los humanos.

Cristina Ramirez

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