Fallo
Se atasca la sonda en la estenosis del intestino y la salsa grasa y negra brota por la salida del tracto digestivo, sangre. Y lo siento, siento la fricción de la cámara al final del tubo contra el íleo. No sale, no sale, no sale, no sale el colonoscopio, y la anestesia que sí me inmoviliza, me deja a mi pesar sentir, y siento que en la estenosis se enquista el tubo y siento asfixia y soy mi tórax. Ahora soy mi tórax, mi tórax, y todo lo demás vísceras que aprietan, que presionan, que prenden. Consigo abrir el ojo contra el doble colchón, que apenas ve un tramo de sábana y cómo centelleantes batas pasan y distingo voces y entiendo palabras como líquido, crema o coma. Cercana lejanía, la anestesia se sale y silva el aire que aprieta el yeyuno, que duele, y huele a ajo, a jínjoles marchitos, a sobras dulces podridas. Una bata centelleante cesa y un ojo mira a mi ojo, y traquetean la camilla y oigo que gritan desde un silencio torácico: ¡más anestesia! y el cielo de mi boca cae, y todo se vuelve azul y luego blanco y luego olvido.
Toni Díaz
Muy bueno. Si no fuera por lo que es, diría que se trata de una colonoscopia u operación de colon... a medio de despertar de una anestesia. Muy vivida.
ResponderEliminarTe hace sentir lo que siente el que lo está sufriendo. Tuve la experiencia de abrir los ojos en mitad de una endoscopia. Pueden ser sensaciones realmente posibles.
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