Veristas Crepit

VERITAS CREPIT


11 de Septiembre de 2001


8:46 a.m., Nueva York
Un avión impacta contra la Torre Norte del World Trade Center.


14:46 Betanzos (La Coruña)
Tres muchachas esperan un autobús interurbano en Betanzos con dirección a La Coruña, para pasar la tarde haciendo turismo en la ciudad y sus playas. Acaban de conocerse a través de una cuarta persona, que dirige una academia de idiomas.
__Entonces, Verónica, ¿tú no vives en Galicia?
__No, yo vivo en Madrid, en un pueblo que se llama Galapagar. Sólo he venido esta semana a visitar a mi prima.
__¿Ella también es de Madrid?
__No, no. Ella nació en Barcelona. Nuestros padres son hermanos y ellos son los gallegos. Son de Lugo. Mi prima se vino a vivir aquí hace sólo unos años y montó la academia de idiomas.
__¿Cómo has dicho que se llama tu pueblo? ¿Galápagos?
__¡No! Galapagar. Suena parecido, ¡pero no hay tortugas! -se ríen las tres.


14:46 Galapagar, Madrid
Severo Clares Durán, de quince años, contempla el cuerpo inmóvil de su amigo sobre los cascotes del tejado que han caído con él. Su padre está hablando con la policía, detallando cómo la vieja caseta de aperos no estaba en condiciones de sostener a nadie sobre las vigas podridas de su tejado.
__Yo no le he visto subir, sino se lo habría impedido. Pero, estaba en mi despacho haciendo unas llamadas. ¡Dios mío! ¡Qué imprudencia! ¡Pobre chico!
__¿Ha hecho las llamadas desde un teléfono fijo?
__Sí, claro. El de mi despacho, en la casa -señalando la casa a varios metros de allí.
Seve oye, pero no consigue entender del todo. Tiene una extraña sensación. No puede pensar con claridad y algo le impide ocuparse plenamente de llorar a su amigo, algo le saca del dolor y tira de su atención hacia otro lugar. Su cerebro está haciendo conexiones involuntarias. Algo no encaja. Levanta la mirada y se cruza con la de su padre. Le sonríe. ¿Por qué le sonríe? ¿Acaso hay algo agradable o gracioso en todo esto? Le ve muy calmado, guardando una compostura demasiado perfecta, dando explicaciones perfectas a la policía. Sin temblor, sin dudas, sin pena, sin sorpresa. Seve ha llegado hace casi media hora y aún está lívido y mareado. Le tiemblan las manos y apenas puede hablar.
Se sienta, pero sigue mareado. Mira a su padre. ¿Qué ves, Seve? ¿Qué estás viendo en esa mirada? No se atreve ni a pensarlo. Se le agita la respiración y las náuseas aumentan. Vomita. Lanza un alarido y llora desgarradoramente. El padre se acerca, le abraza, trata de calmarle.
__Seve, tranquilo, hijo. No lo mires. No le mires más -y le conduce dentro de la casa.
Seve recuerda: "No quiero que veas más a ese chico. No te conviene. (…) Te he dicho que no quiero que veas más a ese chico. Si no me obedeces, tomaré medidas yo mismo. (…) Te aseguro que no vas a verlo más. Ni a él ni a sus consejos de hippie." Han sido muchas veces. "No le mires más".
Darío decía que su padre era peligroso, pero él lo tomaba a broma. ¿Y si es capaz? Le mira. Está pidiendo comprensión a la policía y haciéndoles salir de la casa. Le trae agua y se sienta junto a él.
__Papá, ¿qué hacía Darío en el tejado de la caseta? ¿Qué hacía hoy aquí? Hoy me tocaba con mamá y él lo sabía.
__Pues, no sé qué hacía ahí arriba, pero ha venido porque yo le he llamado.
__¿Le has llamado? ¿Para qué?
__Para hablar con él.
__¿De qué?
Se disculpa y sale de nuevo al jardín.
¿Es posible que haya hecho algo contra Darío? ¿Su padre? Es un hombre rígido en muchos aspectos, pero nunca ha sido realmente agresivo. Al menos, no con él. "Mamá no habla mucho de él, pero se pone muy tensa si pregunto. Siempre insiste en que no me deje influir por él". Y siempre ese desasosegante "Cuídate mucho", cuando Seve tiene que volver a casa de su padre. Él nunca había sentido esta desconfianza tan claramente… Algo no encaja.


9:37 Nueva York
Un tercer avión impacta contra la fachada oeste del Pentágono.


15:37 Galapagar, Madrid
El padre de Seve vuelve a la casa. La policía y todos los demás ya se van. Han levantado el cuerpo y el resto sucederá fuera, en el centro forense, la comisaría, el tanatorio o donde toque. Su padre se sirve una copa de Whisky. Está tranquilo. Seve siente rabia de su tranquilidad.
__¿Qué le has dicho a Darío?
__Que te dejara en paz.
__A mí no me ha molestado nunca.
__Eso dijo él. Bastante chulito, el niño.
__Y es la verdad. No sé por qué le tienes tanto odio.
__ No es odio. Pero, tú no sabes lo que te conviene. Yo sí. Estás mejor sin él.
__¿Te alegras de su muerte?
__¡Claro que no! Pero, estás mejor sin él.
Seve siente náuseas otra vez. Le horroriza lo que está oyendo. No conocía esa frialdad en su padre.
__¿Por qué subió a la caseta?
__No lo sé.
__No es cierto. Dime la verdad.
__¿La verdad? -da un trago.
Seve mira hacia la caseta por la ventana.
__¿Por qué está la pelota de Darío en el tejado de la caseta?
__¿Está ahí la pelota? Se os colgaría jugando.
__No. Esa pelota hace mucho que no la usamos. Estaba en mi habitación.
__Pues, no sé.
__Me estás mintiendo. Dime la verdad.
Su padre guarda un extraño silencio.
__Mira, Seve. Cuando yo te digo algo, lo cumples y punto. Le he llamado, le he dado su pelota y le he dicho que no volviese por aquí, que no quería volver a verlo contigo nunca más.
__¿Y cómo ha acabado la pelota en el tejado desde el que se ha caído Darío, papá? Quiero la verdad.
__¿Me estás haciendo todo este interrogatorio por ese puto crío de mierda? Yo soy tu padre, Seve.
__Sí. Y yo soy tu hijo y quiero que me digas la verdad, papá.
__¿La verdad? La verdad es que ese imbécil ha preferido poner en riesgo su vida por orgullo.
__¿Has puesto tú ahí la pelota?
__Se ha puesto chulo, le he dado una patada a la puta pelota y ha terminado en la caseta. Le he dicho que si la quería, que la cogiese. Y el imbécil ha ido a por ella.
__¿Querías que se matara?
__¡Claro que no! Eso ha sido decisión suya. Se ha arriesgado por una mierda de pelota.
__¡Te lo has cargado tú!
__Se ha caído él solito, Seve. Accidente. Imprudencia. Todo ha pasado sin mi intervención.
__¡Tú has puesto la pelota ahí a sabiendas!
__Yo no le he obligado a subir. ¿Entiendes? Pero, cuando yo te digo algo a ti, lo cumples y punto. ¿Aprendes la puta lección de una vez?
Seve no quiere comprender lo que está oyendo. De pronto no reconoce el lugar en el que está. No reconoce al hombre que tiene delante. No sabe si está pensando, porque no puede traducir nada a palabras. Mira a su padre. Él sonríe. Sonríe…
__Y ahora sólo te queda una opción: Obedecer.
Seve siente un choque contra todo su mundo interior. Se siente a punto de derrumbarse. Llora. Algo profundo se ha roto, algo vital ha muerto dentro de él. Ya no queda nada de confianza ni de lealtad. Una furia se desata en medio de ese vacío. Se pone de pie, se yergue, se coloca cara a cara frente a su padre, a la misma altura.
__Te equivocas. Esa es la única opción que ya no me queda.
Y dando un portazo se marcha, con un peligroso odio germinando dentro de su corazón adolescente.



15:37, Carretera Betanzos-La Coruña
Las tres chicas van en el autobús, intentando conocerse un poco más.
__ Haruka, tu nombre es muy bonito. ¿Es típico de Japón?
__¿Qué significa "típico"?
__Si es normal, habitual en Japón.
__Bueno… Normal, sí. Significa: "lejanía, lo que está más allá".
__¡Pues, tú está ahora un poco más allá de Japón! -ríen las tres. -¿Vives en Tokyo?
__No. Yo soy de Gifu, en el centro de Japón.
__Casi no sé nada de Japón. ¿Es una zona bonita?
__Sí… Tenemos un observatorio astronómico muy importante cerca.
__¿En serio? ¡Qué guay!


22:37 Kamioka, Gifu (Japón)
En el observatorio de Kamioka, Kenji Takeda habla por teléfono con su novia mientras termina de comer algo en su bento y mira la pantalla del detector.
__Tu madre no cocina bien. Haremos los tsukimi dango nosotros. Ella que decore el jardín… Espera. Tengo algo raro en la pantalla. (…) Esto es… Espera, anata, debo hacer unos cálculos para asegurarme… (…) Esto es extraño. Porque parece un estallido de neutrinos, pero aquí no había catalogada ninguna estrella… (…) ¿Explicártelo? Va a ser difícil, hani, porque esto parece una supernova. (…) La explosión de una estrella, hani. Acaba de morir una estrella delante de mis narices. Bueno, en realidad murió hace años, pero nos llega la información ahora. (…) Sí, acabo de encontrar y perder una estrella nueva. Esto es… la constelación de Sagitario, por lo que veo. Claro, hay mucho polvo galáctico ahí, no podíamos verla. (…) ¡Ja, ja, ja! ¡No le van a poner mi nombre! (…) Yo le pondría Maboroshi no Hoshi, estrella fantasma, ¿no te parece? (…) Maboroshi no Hoshi no Kenji es muy largo, hani. Y no quiero que lleve mi nombre. Espera. Déjame anotar: 11 de septiembre de 2001, 22:37 hora de Japón. 19 neutrinos detectados en 12 segundos. Energía entre 7 y 35 mega-electronvoltios. Dirección aproximada: constelación de Sagitario. Margen de error: 5 grados. (…) Debe de estar a unos 44 años-luz. Eso es muy cerca… Murió en 1957, hani, el mismo año en que lanzamos el Sputnik desde la Tierra. Curioso… (…) Ahora si que no quiero que lleve mi nombre. (…) Porque esto va a tener consecuencias, hani. Va a empezar a haber cambios atmosféricos fuertes, puede alterarse el clima, aumentar la ionización, aumentar la radiación y provocar mutaciones, fallos en el sistema inmunitario, enfermedades nuevas, epidemias… Y puede alterar la nube de Oort… ¡Dios mío! Tengo que… Tengo que comprobar todo esto bien, hani. Esto es serio. Tengo que colgar, ¿vale? Tengo que calcular todo bien y registrarlo. Te dejo.




9:59 a.m. Washington D.C., EEUU
Colapsa la Torre Sur en Nueva York.




22:59 Kamioka, Gifu (Japón)
Kenji Takeda baja por la escalera metálica húmeda y resbaladiza, con su cuaderno de notas en una mano. Resbala, pero se agarra, soltando el cuaderno, que cae a la pasarela de debajo. Cuando lo recoge, está empapado y emborronado, pero piensa que puede rehacer los cálculos. Sigue avanzando por la pasarela, absorto en los datos que quiere recordar, nervioso y acelerado. Llega a una segunda escalera y guarda el cuaderno en la cinturilla de su pantalón para poder agarrarse bien. Pero, unos cables levantados al comienzo de la escalera le hacen tropezar aparatosamente y cae al vacío. El impacto de su cabeza contra la barandilla de la pasarela inferior resulta fatal. Kenji Takeda muere instantáneamente. Su cuaderno, con los datos y cálculos del hallazgo está ilegible.
No hay registro. Maboroshi no Hoshi sigue siendo invisible para el mundo, aunque siempre estuvo ahí y su muerte nos atraviese sin saberlo.


En los registros de Super-kamiokande, el evento del 11 de Septiembre de 2001 nunca apareció destacado. Nadie más lo observó.






10:28 a.m. Nueva York
Acaba de colapsar la Torre Norte del World Trade Center.


16:28, La Coruña
Las tres chicas caminan por el Paseo Marítimo de La Coruña. Hace una mañana soleada y agradable.
__¿Cuánto tiempo vas a quedarte por aquí, Svetlana?
__Hasta final de Septiembre. Después volveré a Rusia. Tengo que trabajar.
__¿Y por qué viniste a La Coruña?
__Quería mejorar mi español. Tu prima ofrece buenos cursos para extranjeros. Su academia no es cara y facilita alojamientos interesantes.
__Hablas muy bien ya el español.
__Leo mucho y veo películas en español. Mi abuela materna era española, aunque no la conocí. Quizá por eso tengo tanto interés.
__¡Anda! ¿Cómo llegó una española a San Petersburgo en aquellos tiempos?
__Servía en una mansión de Komarovo. Es una historia larga y triste. Mejor os la cuento otro día, que hoy hace un día alegre y soleado.


17:28 Komarovo, San Petersburgo
En un palacete de esta pequeña localidad costera, cerca de San Petersburgo, Mikhail Andreyevich Morozov revisa algunas de las antigüedades de su extensa colección. Lleva entre las manos una antiquísima caja de madera, regalo de su amigo Oleg Haritonovich Vasiliev, que la había adquirido en El Cairo seis años antes, intrigado por su hermética apariencia y la afirmación de que era imposible de abrir. Oleg había intentado abrirla durante años y finalmente perdió el interés, a pesar de haber pagado un buen dinero por ella. Mikhail lleva también cinco años, desde que Oleg se la diera, intentando abrirla.
Mikhail da vueltas a la caja de nogal oscuro, observando la estropeada caligrafía cúfica y los relieves geométricos que la adornan. Lleva varios arañazos y golpes, pero en general se conserva bien. La tapa está sellada, sin ningún tipo de cerradura a la vista. Mikhail lleva toda la mañana luchando entre su lógica y su pasión. Tras dos copas de Tsarskaya, va ganando la pasión y decide hacer caso de su extraño sueño.
De pie, coloca ambas manos sobre la caja, cierra los ojos y pronuncia con solemnidad:
"VERITAS CREPIT"
No quiere dejarse llevar por la sorpresa, porque algo en su interior sabía que iba a funcionar; pero, el crujido metálico que da la caja como respuesta le acelera el pulso. Levanta la tapa, que se mueve con suavidad, como si fuera nueva, y respira el aire contenido allí dentro durante siglos, rancio y cargado de partículas polvorientas. Dentro hay algo envuelto en una pieza de lino encerado, endurecida por el paso del tiempo. Las manos le tiemblan, pero consigue desenrollar el paquete con sumo cuidado. Se trata de un papiro antiguo en muy buen estado y un pequeño y extraño artefacto. El papiro tendrá un gran valor, muchísimo más que la caja. Contiene un texto, aparentemente en latín, que Mikhail lee con facilidad:
<<SUB REGE PTOLOMEO. IN AEGYPTO SCRIPTUM EST. HOMINES NON EX TERRA NATI SUNT, SED EX SIDERIBUS LAPSI. CARO EORUM ALIENA EST. SED HABITANT INTER NOS.>>
__¿Latín en tiempos de Ptolomeo? No puedo verificar a simple vista la datación, pero parece auténtico. Me desconciertan el idioma y el propio texto. Que los hombres no nacieron de la Tierra… Cayeron de las estrellas. Su carne es ajena… Está diciendo que el hombre no es de este planeta. ¡Eso es una barbaridad!
Pero, Mikhail sabe que si es auténtico, no todo el mundo escribía en esa época, y no se dedicaban a escribir tonterías ni bromas.
__O es una falsificación perfecta, o es auténtico. Y el mensaje…
Ese mensaje le incomoda demasiado a él mismo.
Intenta calmarse fijando su atención en el artefacto que acompañaba al papiro. Está elaborado con un metal muy brillante, extraordinariamente pulido, como un espejo, y con unas incisiones hechas con una precisión imposible. ¿Qué es este objeto? Es imposible que se fabricase algo así en tiempos de Ptolomeo. Ni después. Ni siquiera en los años 80 o 90, cuando lo adquirió Oleg, desde cuando puede asegurar que la caja no volvió a abrirse.
__Dudo de que aun hoy pueda hacerse algo así. ¡No he visto nada igual en mi vida!


Se sienta y reflexiona. La idea de que esto sea auténtico le abruma, le pone en conflicto con sus arraigadas creencias. Todo se tambalea… Mikhail se marea, siente un calor súbito e intenso. El pulso se le desboca, como si el corazón no soportara quedarse allí dentro. El calor en el pecho sube de intensidad. Le cuesta respirar, se le nubla la vista, jadea desesperado y se cae de la silla. Su rostro se enciende y el sudor que emana de su cabeza se evapora al instante. Agarra el papiro y la caja, y entra en convulsión. Un extraño olor acre y ceniciento invade la sala. Y de pronto, como si saliesen de dentro, lenguas de fuego azuladas surgen del cuerpo de Mikhail, desde el pecho hacia la cabeza, consumiéndole en cuestión de minutos.
Nada queda de Mikhail, salvo su pie izquierdo intacto. El papiro y la caja de madera han ardido también. Sólo queda el artefacto, fuera de todo contexto.


16:30 La Coruña
Varios grupos de personas se arremolinan alrededor de los bares y cafeterías en el Paseo Marítimo. Las chicas advierten el asombro y la preocupación en sus rostros.
__ ¿Qué pasa? ¿Es algún evento de aquí?
__No lo sé. Vamos a intentar entrar para enterarnos.
A empujones, consiguen llegar cerca del televisor de una cafetería. El volumen está muy alto y todo la gente mira boquiabierta hacia la pantalla.
__¿Es una película?
__Es completamente real. Está pasando ahora mismo. ¡Es increíble! -contesta un lugareño, y les resume todo lo que ha estado viendo en las noticias.
Las tres chicas ven horrorizadas la repetición incesante de los impactos de los aviones y el derrumbe de las torres gemelas. Verónica piensa que no puede ser premeditado, pero no puede negarlo. Ve los hechos delante de sus ojos, toda esa destrucción, todas esas muertes…
La cruda realidad, la crueldad humana.
"Está empezando a verse la Verdad del mundo", piensa.


AUTORA: MARÍA J. LÓPEZ SARIÑENA
Reto de Septiembre de 2025

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