Milagro Digital

He visto a toda esa gente, 

armada hasta los labios,  

diciendo y casi gritando, 

que la realidad no existe. 


Miran sus móviles 

con ojos de centellas, 

flotando en las calles porque 

se han olvidado de sus pies. 


Cuando alguna vez te miran, 

te muestran en su pantalla

ese nuevo universo y te dicen: 

«Tú y yo somos virtuales». 


Su sonrisa de metal 

brilla en sesgos siliconados,

y no te crees que no seas real,

si no una suerte de virtualidad.


Te empeñas en tocarte, 

en golpearte el pecho

 para que escuchen 

a tu caja torácica retumbar. 


«Soy yo», dices, 

«Una realidad ambulante,

que pesa, huele

y ocupa un espacio». 


Inútil.

Te fotografían y ya estás.

Ves tu nuevo yo,

 atrapado en un recuadro reluciente. 


Tu piel pierde sangre.

Eres ya luz azul,

con brillos verdosos 

y bordes magentas. 


Te absorbe ese mundo

de extraña luz.

Ahí serás masticado, comido y defecado 

en pequeños extractos binarios.


Atraído por ese fulgor,

vacías tu vida en ese agujero luminoso

 y dejas de ser tú gracias al encanto

de ese milagro digital.



--
Santiago Manuel de la Colina
Adobe Certified Expert

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