Entradas

Mostrando entradas de septiembre, 2025

MUERT@

¡MUERT@! Cuando la vi, no pude más que gritar, era superior a mis fuerzas. Me volví loca: golpeaba, gritaba, y golpeaba otra vez. Así seguí hasta que quedé exhausta. El día ya había empezado mal, con aquel maldito zumbido que me despertó de madrugada, y eso era un mal presagio. Siempre he tenido un sexto sentido; la vida así me lo ha demostrado. Mi madre decía que era una pequeña brujita… Ese día amaneció gris, igual que yo: un gris depresivo, anodino, sin alma. Miré por la ventana, sin ganas de comenzar el día. En mi mano, mi taza de café humeante empañaba mis gafas. Y el puñetero mosquito que no me había dejado dormir, se posó en ella. Sin pensarlo, con la otra mano me fui aproximando lentamente hasta que lo tuve a tiro… y ¡muerto! Lo aplasté con un fuerte manotazo, saliendo volando la taza y cayéndome el café encima. ¡Me abrasaba! gritaba y maldecía mi mala suerte, a la vez que me quemaba. En ese preciso momento sonó mi móvil. ¿Quién puñeta sería? ¡Mi madre! —Ven a casa, hija, ...

once • cero nueve • dos mil uno

La voz del locutor cortó como una navaja la música matutina. —Interrumpimos la programación...— El tono bastó para que mi esposa subiera el volumen de inmediato. En el asiento del copiloto, mi hermana dejó de revisar sus documentos. Yo, desde atrás, miraba hacia el dial de la estación. —Un avión acaba de estrellarse contra una de las Torres Gemelas en Nueva York —anunció, con esa solemnidad que se reserva para las malas noticias. El mundo pareció detenerse, pero no el tráfico. Unos metros adelante, un Tsuru azul frenó bruscamente ante un semáforo. Su conductor bajó del vehículo como sonámbulo, con el teléfono celular pegado al oído. No vio venir al Pointer, cuyo conductor, absorto por la noticia, no frenó a tiempo. El golpe seco resonó por encima del claxon y los gritos. El hombre quedó en el suelo, inmóvil, con el Nokia aún en la mano. —Vámonos de aquí —murmuró mi esposa, desviándose hacia Reforma. El tráfico se espesaba como jarabe agrio. En radios y teléfonos se repetía la misma pr...