Muertes por sorpresa
El día once de septiembre de 2001, todavía hacía mucha calor, dentro de mi casa y fuera. Salí muy temprano y fui a casa de mi padre, como hacía habitualmente, con mi hija pequeña. Yo estaba en trámites de separación y mi aún marido se levantaba tarde y es que todavía vivíamos juntos. Si es que a “aquello” se le podía llamar vivir, yo no tenía gana alguna de verle la cara y supongo que a él le pasaba lo mismo. Por eso bien pronto emigraba de una casa a otra. Al mediodía comimos y empecé a recoger la mesa y la cocina, mi padre y yo hablábamos con la cría y como siempre teníamos la televisión de fondo, como acompañamiento, si algo nos interesaba pues prestábamos más atención. Recuerdo perfectamente que Matías Prats estaba con el telediario de las tres. Cuando nos percatamos de la noticia nos quedamos sin palabras, más bien estupefactos. Aquello era demasiado fuerte, había caído una torre gemela en Estados Unidos , decía: pero no solo e...