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Ejercicio para la sesión del jueves 6 de junio. Escaleta: guión cinematográfico.

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  Esta vez nos vamos a atrever con el guion de cine, específicamente con la escaleta del guion de cine, y los vamos a complicar metiendo en la escaleta las siguientes palabras: compañía, azulejo, puerta, silencio, barco, huir, contar, pingüino y volar. Una escaleta es el mapa que se sigue para elaborar el guion, es como el mapa de una novela. A la hora de hacer el ejercicio vamos a desprendernos de todo lo que pasa a nuestro alrededor, vamos a pensar en la película que queremos hacer o ver y con los siguientes pasos y el esquema de arriba hagamos unas cuantas escenas que tengan sentido y que ronden las 500 palabras Abajo explicamos qué poner en cada una de las columnas. Qué significa cada una de las categorías semánticas que juntas conforman la escaleta. A la hora de escribirlo formalmente, podemos optar por el formato texto en vez de tabla. Ahí va: ESCENA: Es el encabezado donde se indican tres cosas, tipo de espacio, lugar donde se da la escena y momento del día. Tipo de espacio: s

Lo que queda.

Siempre me quedará un poco de ti.. 2024-05-03 Hace tiempo que te fuiste, mucho que no sé de ti. Apenas recuerdo tu voz, no sé como será tu rostro o tu pelo ahora. Ni tu estilo al vestir. Pero algo me queda de ti, de tantas noches conversando hasta el amanecer, de esos paseos eternos en silencio, de mil amaneceres con frio, esperando la llegada del astro rey, que pintara el cielo de color. Esos manjares que cocinábamos entre copas de vino, discutir si menos o más sal. Perdernos en carreteras imposibles en viajes improvisados, discutiendo que bifurcando tendríamos que haber cogido. Recuerdo todas esas películas que dejamos a medias, por qué no nos poníamos de acuerdo si era o no, el peor trabajo de tal actor o actriz. Leernos capítulos enteros de libros, acampados en parajes desolados, bajo una sombra, sin mudo más que disfrutar del paso del tiempo. A tu lado, aprendí que no hacer nada, a veces es hacer mucho. Que no tener razón, puede saborearse como una victoria. Que cuidar de alguien

Un buen proyecto.

Hemos intentado madurar juntos. Pero madurar es algo un poco más difícil de lo que parece. Implica mirar hacia uno mismo con total honestidad, algo que suele doler y dar miedo, o ser incómodo. Y a pesar de eso, a pesar de todo ese enorme esfuerzo que supone la decisión de madurar, tú lo estás haciendo. Lo estás haciendo para poder hacer la otra parte difícil del binomio: juntos, permanecer juntos. Aunque ahora estemos, en realidad, distanciados para no hacernos daño, para tener espacio para crecer y madurar. Esa distancia es asumible sólo con el objetivo de estar juntos. Y la dureza de todo este proceso de maduración, dejando las heridas del pasado al aire para verlas y sanarlas, la estás asumiendo por mí, lo sé. Si no me hubieses visto llorar, desgarrarme, sufrir tratando de sacar de dentro de ti lo que sólo yo veía, lo que llevabas escondido detrás de tu coraza, lo que tú mismo te negabas… Sólo así, tras años de tirar de ti, exhausta, al borde del abandono de toda esperanza, te diste

A Marina.

Hola Marina, empezar con "Querida Marina" me parece muy formal para dirigirme a ti. Hace mucho tiempo que necesito "soltar" lo que siento en lo más profundo de mi ser. No me he atrevido a decírtelo personalmente porque, en este caso, me expreso mejor escribiendo. No quiero olvidar nada, no quiero ser interrumpido, quiero decirte todo y después lo hablamos si te parece. Nos conocemos hace, ¿30 años? Hemos tenido sucesivas parejas tú y yo. Es como si nunca hubiéramos coincidido en el tiempo. Cuando tu ibas, yo venía. Cuando yo volvía, tu ibas, y así un año tras otro. Y ya he llegado el momento. Como sabes, me separé hace años y desde entonces no he vuelto a tener una relación estable. Sigo viendo a mis hijos, y a los hijos de mis hijos, seguimos siendo una familia, pero yo quiero rehacer mi vida. Y eso solo lo contemplo contigo. Soy feliz solo, soy completo solo, no necesito una media naranja. Esto ya pasó. Elijo estar contigo si tú también lo eliges, desde la más abs

Correo electrónico para Elisa.

Querida Elisa, Tengo una conversación pendiente contigo. La he imaginado millones de veces, pero no me atrevo a verbalizar esto en voz alta, así que he creído mejor hacerlo por escrito, que aún es más romántico. Espero no abrumarte al expresar mis sentimientos, intentaré ser comedido, aunque lo que me pide el cuerpo es ser intenso y apasionado. Hace ya casi 15 años que coincidimos casualmente en la tienda de tu primo. Al inicio pensé que eras una niña sabionda, pero enseguida me demostraste que en realidad lo que hacías era cuidar de Carlitos como una hermana mayor. Esa capacidad tuya para cuidar de los demás y saber dar cariño, paz y alegría sin que te des cuenta siquiera, me ha ido enamorando. Esta amistad ya duele. Creo que por tu parte también existen sentimientos hacia mí, que notas esta conexión especial que tenemos y que hace que juntos se nos pasen las horas como minutos y no paremos de reír y de soñar. Cuando estoy a tu lado me apetece abrazarte, besarte, fusionarme contigo. T

Amor me pides, amor.

Amor me pides, amor Me pides una carta de amor. ¿Qué tal si hablamos de desamor?, a fin de cuentas, la negación no es más que la afirmación de lo contrario. Si hay desamor es porque antes hubo amor. Si desandas anduviste, retrocedes, vuelves sobre tus pasos antes de que la lluvia o el viento los borren. Nuestros caminos discurren en paralelo, pero las vidas paralelas, como las líneas en geometría, nunca se encuentran, nunca se rozan, no comparten. Tú eres mar; yo soy arena. A ti te gusta el vino; yo sólo bebo agua. -"deberías tomarla con gas para sentir sus burbujas"- me dices burlón. De chispas se te llenan a ti los ojos frente al plato de carne que saboreas como si fuera ambrosía. Yo soy vegana. Nunca acabas una buena cena con amigos sin ese último trago que quema la garganta y hace reír. Y toser. Y hacerse promesas que quizás llegues a cumplir. Yo miro mí infusión con asco Tu cuerpo siempre bronceado, inclinado con ternura sobre los macizos del jardín, recogiendo hojas mar

Carta Astral.

Mi querida Cometa. Te escribo desde esta tierra árida y hostil, donde el viento sopla con la fuerza de un suspiro cósmico y las arenas son testigos mudos de mis anhelos. A la voz de la brisa, recuerdo nuestros días junto al mar, donde las olas danzaban al compás de los latidos de la tierra. Aún guardo las caracolas que me susurran tu respiración y siento, como hálito cálido, la suavidad de tus palabras. Han pasado más de seis meses desde que nuestras miradas se encontraron por última vez, y cada día padezco tu ausencia como un eclipse que oscurece mi universo interior. Estar sin ti es como habitar un agujero negro, donde la luz se curva y el tiempo se distorsiona. Este desierto rojo es ahora mi morada, mi desafío, mi cárcel y, al mismo tiempo, el lienzo donde dibujo tus recuerdos con la esperanza de no perderme en la vastedad del espacio, porque aunque estemos separados por millones de kilómetros, nuestro amor sigue brillando en el firmamento como una constelación inquebrantable. En es

Carta de amor

Beatriz BUQUE ESCUELA ESMERALDA CHILE Eduardo querido, hace tiempo que ya no espero que vengas a buscarme como prometiste, he decidido hacerte llegar ésta nota para que mi palabra haga un relato de lo vivido contigo, y llegues a saberlo. Han pasado quince años de tu promesa, cierto que ésta estaba desligada de cualquier proyecto que pudiera hacerla parecer firme, pero, yo esperé amarrada al espíritu de la palabra. Pensé que tenías un plan, que inventarías como regresar por mí. Yo seguí la ruta de tu travesía y esperé, sujeta a la esperanza y sosteniéndome por la atmósfera que construimos de felicidad absoluta, de mi lado, claro.

Iguales.

Mi querido Anxo: La vida abandona mi cuerpo a una velocidad mucho mayor de lo que me gustaría, pero ya no puedo hacer nada por evitarlo. Ni todos los prodigios de la ciencia, ni la genética, ni incluso la robótica que te trajo hasta mí han sido capaces de salvarme, y sé que, si me comprara un cuerpo nuevo, terminaría por padecer la misma clase de mal que me está carcomiendo ahora. Parece que siempre habrá plagas que no podamos derrotar y siempre habrá muerte, por mucho que nos empeñemos en combatirla. Pero no me iré triste. A lo largo de esta última década, tú has sido mi razón fundamental para despertarme cada mañana, la motivación para pensar en el futuro y el remedio a cualquier problema. Tu sonrisa ha sido lo último que he querido ver cada noche al apagar la luz de la mesilla, tus ojos lo único que quería encontrarme en la multitud. Cuando he tenido una alegría en la vida, era contigo con quien estaba deseando compartirla; y cuando han surgido las malas noticias, como ahora, no p

Carta de amor.

Hola mi querido amigo, mi amor. Hoy me he levantado sintiendo tu ausencia en mi piel y no he podido evitar que mis pasos me guiaran aquí, a nuestro rincón favorito, donde tantas veces nos miramos a los ojos y nos demostramos nuestro amor cuando nadie nos veía. Te echo mucho de menos, sobre todo echo de menos nuestras tediosas pero interesantes charlas, ¿te acuerdas? Aquellas tardes de verano en Deia fueron inolvidables. La suave y cálida brisa acariciando nuestra piel y mirando desde el cementerio la puesta de sol, aquellas puestas de sol mágicas, con mil colores jamás imaginados ni soñados, que nos hacían sentir que la belleza en el mundo no tenía límites. Tú y yo abrazados viendo el atardecer en la sierra de Tramontana, un sitio especial para unas personas especiales. Tus ojos verdes brillaban como esmeraldas cuando me mirabas y mi corazón se estremecía cuando rozabas sin querer mi piel, era amor puro, dicen que el amor prohibido es el más deseado y así fue. Una pasión incontrolable

La cobra de la hija del difunto del velatorio.

Quiero recordar primero en esta carta el día que nos conocimos: salías del tanatorio, te encontraste de frente, entrando, cabizbaja, a la hija del muerto, a la que apenas conocías, fuiste a darle el pésame y te hizo la cobra. Te quedaste ahí, incómoda, a la vista de todos, vulnerable, y sonreíste. Yo estaba en la puerta y vi la escena y sonreí también, y entonces se juntaron nuestras miradas, no nos habíamos visto antes, nos unió el velatorio, y a partir de ahí se hizo manifiesta una afinidad global que nos hizo enamorarnos inevitablemente. Después de mantener nuestra mirada clavada el uno en el otro y nuestra sonrisa, nos acercamos, nos presentamos, y esa noche hicimos el amor y desde entonces hemos estado juntos. Quiero recordarte en esta carta el día que me fui a tu casa a vivir. Qué bien expresado está, porque hasta que no fui a tu casa no vivía, me di cuenta en cuanto desperté a tu lado e intuí que lo iba a hacer así el resto de mi vida. Levantarme sin que estuvieras a mi lado ya

AQUÍ. ¡CUÍDATE MI AMOR!

AQUÍ. ¡CUÍDATE MI AMOR! Amor mío, te estoy escribiendo esta carta sin saber cuándo podré hacerlo de nuevo. Siempre has sido y eres el amor de mi vida, mi locura. Ahora, aquí, me doy más cuenta de esta bendita locura. En la soledad de mi alma pienso: ¿Cuánto se puede amar? ¿Cuántas veces debería haberte dicho: "Te quiero" y no te lo dije?, daba por hecho que tu lo sabías. Tengo tu imagen en mi mente a cada momento, el sabor de tus besos en mis labios y esa mirada tuya de ternura que me dedicabas cada día, no se aparta de mi. Ayer en el bosque vi a mi hermano y me invadió una sensación de tristeza y alegría a la misma vez. Tristeza por verle aquí y alegría porque a escondidas pudimos darnos un abrazo. Después cada uno seguimos nuestro camino que eran opuestos. ¡Cuánto quería a mi hermano y tampoco nunca se lo dije!, también daba por hecho que lo sabía. Vida mía, no sabes como deseo llegar a casa, abrazarte, sentir nuestro