Infiltración
Aunque soy una mujer de mediana edad - me niego a usar expresiones tales como "segunda juventud" "nueva juventud" o "años dorados", siempre he parecido mayor a lo que soy, tampoco me ha importado. Siempre he sido una mujer risueña y algo tímida. Con una leve cojera de la pierna derecha que nunca me ha impedido salir a pasear por el monte, caminar por la playa o jugar el la liga internacional de rugby, noooo, esto es broma, también soy muy chistosa. Me dijeron que me infiltrara, en un club polo, de bresca, un club de lectura o en Cáritas. Donde fueran las parejas de las personas influyentes del país, ya sabéis, grandes empresarios, jueces, propietarios de medios de comunicación; esos que dan las órdenes a los que mandan, para crear lazos, amistades, confianza. Para… bueno, ya sabes tú Carolina, para hacer mi trabajo. Soy una mujer menuda, risueña, menuda y risueña, lo que me da una apariencia de inocente, un poco lela, confiable, en época victoriana ...