Carta Astral.
Mi querida Cometa. Te escribo desde esta tierra árida y hostil, donde el viento sopla con la fuerza de un suspiro cósmico y las arenas son testigos mudos de mis anhelos. A la voz de la brisa, recuerdo nuestros días junto al mar, donde las olas danzaban al compás de los latidos de la tierra. Aún guardo las caracolas que me susurran tu respiración y siento, como hálito cálido, la suavidad de tus palabras. Han pasado más de seis meses desde que nuestras miradas se encontraron por última vez, y cada día padezco tu ausencia como un eclipse que oscurece mi universo interior. Estar sin ti es como habitar un agujero negro, donde la luz se curva y el tiempo se distorsiona. Este desierto rojo es ahora mi morada, mi desafío, mi cárcel y, al mismo tiempo, el lienzo donde dibujo tus recuerdos con la esperanza de no perderme en la vastedad del espacio, porque aunque estemos separados por millones de kilómetros, nuestro amor sigue brillando en el firmamento como una constelación inquebrantable. En es...